El poder de imaginar.

Instituto Santa Lucía, 3ºC año 2010.

¿ Qué loco es terminar con una etapa no? Después de tanto tiempo, tantas cosas vividas, tantas veces de reír hasta llorar y otras tantas de llorar hasta reír. Tanta gente que pasó por al lado nuestro, tanta gente nueva que agradecemos haber conocido, tanta gente que lamentamos ( o no ) que ya no estén. Tantos, pero tantos recuerdos. Terminar una etapa es el estado más bipolar que conozco, por momento da tristeza terminar aquello que tantas cosas vividas te deja, ya sean malas o buenas, y al mismo te da felicidad saber que algo nuevo se encuentra en puerta a comenzar. Y sin darte cuenta, las cosas que vivías a diario pasaron a ser parte de la historia, del pasado, de la anécdota, pasaron a ser aquellos recuerdos que aunque sean malos uno mismo los quiere recordar para darse cuenta de como siempre cambian las cosas, de como lo que tiene un comienzo, tiene un fin (aunque duela). Y si, nada nada dura para siempre, pero para aquellos que creen en el destino, es necesario saber que una parte de su vida marcada ya está concluida, en cambio para los que no creen en el, puede ser que se sientan como que si terminó fue porque simplemente debía ser así y que de ahora en más "algo" diferente va a suceder y eso también va a tener un fin, diferente o parecido al que vivimos. En realidad, se vea de la manera que quiera ver, cada comienzo necesita de su final, y eso no la cambia nada, ni la religión, ni la politica, ni la vida ni nada. Una etapa es un trayecto recorrido en la vida de alguien, un periodo de tiempo, parte de su historia, es un camino transitado, una necesidad de cada ser. Y por suerte, siempre deja algo en que pensar, en que hicimos bien, que hicimos mal, que pretendemos cambiar. Las etapas son simplemente eso, ETAPAS. Depende de cada uno que queremos hacer con ellas.

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The Lizard Queen. M.R.P