El poder de imaginar.

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Antes del partido con Colón, Racing festejará el aniversario del estadio Presidente Perón, con la presencia en el campo de juego de ex glorias de la institución.Habrá jugadores que representarán a las distintas generaciones que actuaron en la entidad de Avellaneda en los últimos sesenta años, y por la última década asistirá Diego Milito, actual jugador de la Selección Argentina y campeón en el Apertura 2001.Entre los homenajeados estarán Omar Blanco y Norberto Cupo (presentes en la inauguración del estadio), más Juan José Pizzuti, Humberto "Bocha" Maschio, Oscar Martín y Juan Carlos “Chango” Cárdenas (verdaderas leyendas de la década del `60). De la generación intermedia, estarán Juan Alberto Barbas (actual técnico de la reserva), más Rubén Paz -el último gran ídolo de Racing-, Miguel Colombatti (campeones de la Supercopa 1988) y el "Mago" Rubén Oscar Capria.En el acto también se le entregará una plaqueta recordatoria a los familiares de los dirigentes que proyectaron la construcción del estadio, y en el ingreso del equipo al campo de juego habrá fuegos artificiales, globos y funcionará una máquina de lanzar papel picado.Además, a la hora del partido con Colón, los dirigidos por Miguel Angel Russo lucirán una camiseta especial, que en su hombro izquierdo llevará la leyenda “60º Aniversario del Cilindro”.El estadio de Racing se inauguró el 3 de setiembre de 1950, cuando Racing venció a Vélez por uno a cero, con tanto de Llamil Simes, en una temporada en la que el club de Avellaneda dio su segunda vuelta olímpica en el profesionalismo.En un principio, el estadio Presidente Perón llegó a albergar a 120.000 hinchas, mientras que ahora, con las últimas refacciones, está habilitado apenas para 52.000 espectadores.Y muchos socios todavía lamentan la elección que se hizo para construirlo en Avellaneda, cuando la otra opción era utilizar los terrenos del actual Parque Thays, cerca de Retiro, en una zona cotizada de la Capital Federal.En estos sesenta años, el Cilindro de Avellaneda fue testigo de los altibajos de la entidad, que pasó de la gloria al ostracismo, sin escalas intermedias.Porque en el arranque de la década del `80, el estadio fue inhabilitado por “problemas estructurales”, y entonces, se alquiló su estacionamiento por el Mercado de Papas de Avellaneda.Y en el 2001, fue protagonista de un hecho histórico, porque los hinchas de Racing colmaron sus instalaciones para ver en pantalla gigante el partido frente a Vélez, que se disputaba en Liniers, y que desencadenó el último título de la entidad, llenando ese día su gente dos estadios.Para el año que viene, la actual dirigencia proyecta una reestructuración en el escenario, para que todo el anillo inferior sea utilizado por los hinchas locales, mientras que los visitantes tendrían apenas dos mil ubicaciones donde ahora está la platea alta del sector G.